En breve volveremos a sentirlo, sabremos de nuevo lo que es ponerse delante de 50 o 100 personas, y enseñarles algo que has creado. Luego nadie lo entenderá, no lo procesarán, sólo 5 ó 6 realmente sabrán lo que queríamos decir, pero casi todos nos felicitarán, saldremos de allí cansados, con todos los bártulos y volveremos a dejar todo el material en el local, a eso de las 2 de la mañana, para fumar el último cigarro charlando sobre nuestro "futuro" mientras en la radio ponen canciones italianas de los 50.