MrFriedrich

Malditos!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!

Cuando ya nada predecía que las cosas pudieran ir peor, de repente todo se tuerce, se truncan los días de vacaciones, se cambian por otros y me regalan 3 jornadas inútiles de no hacer nada que no sabré en qué malgastar.

Malditos explotadores! arrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrr, espero perderles de vista pronto!

ROME: CHAPTER 4 (final)

Desde la habitación de Jonella de recibía el sonido de una calle llena de vida nocturna. También sus luces de neon subían trepando hasta el último piso donde estábamos.
Las dos ventanas de madera vieja. La primera abierta de par en par hacia dentro. La segunda semicerrada con rendijas que dejaban entrar a medias la luz y el sonido. La silueta de dos cuerpos semidesnudos se vislumbraba desde la puerta.
Sobre el resto, destacaba el vaivén de un ventilador philips bastante antiguo pero que acariciaba nuestras nucas en cada paso.

La habitación debía medir unos 40 metros cuadrados. Había una cama grande, dos pequeñas y una mesa para 6 comensales. Los cuadros eran dibujos de Roma (qué típico no?), excepto el de una bailarina que miraba hacia la cama y que de vez en cuando cambiaba su expresión, no sé si asombrada de lo que veía.

Al despertar, la sábana vencida hacia los pies, su perfecta espalda mirándome y un suave susurro de viento fresco. Entonces la tapaba, la besaba y la dejaba descansar un par de horas más. Preciosa!

ROME : CHAPTER 3

Aquel día fue el más horrible de todos por varias cosas.

Primero, por verme mezclado entre tanto católico sectáreo.

Segundo, por la repugnancia de imaginar un contador en el que céntimo a céntimo y euro a euro, fuese engordando la cuenta corriente de la Iglesia ante la masiva compra compulsiva de los turistas, atendidos cordialmente por monjas que, hablando 6 idiomas, aplicaban sus conocimientos de merchandising y técnicas de venta, menudas........

Y tercero, porque la subida a la cúpula estaba advertida para ancianos, pero no para los que sufrimos de claustrofobia. Después de 15 o 20 minutos subiendo escaleras por lugares mortalmente estrechos y sin ventilación no pude mantenerme arriba ni 4 minutos, bajé casi corriendo, con calambres en las piernas y los pulmones hiperventilando mientras la decía "tranquila, no pasa nada, ya veo la luz allá abajo".

Cuarto, la capilla Sixtina, algo tan comunmente resaltado por todos decepciona un poco, pero le echo la culpa a que otras 600 personas intentaran disfrutar de ella al mismo tiempo que nosotros, eso no puede ser muy bueno.

Pese a todo, otro día maravilloso en Roma, junto a ELLA, paseando de vuelta al hostal y comiendo una tarrina de delicioso "gelato italiano".

ROME: CHAPTER 2

Los romanos conducen como si ninguno supiera conducir.
El primer día en Roma se caracteriza por ser el día en que tardé 15 minutos en cruzar un paso de cebra. Pero sólo pasa el primer día, porque el resto de las jornadas la cogía de la mano y con el brazo en alto paraba el tráfico, medio cerrando los ojos deseando que nadie se pasara en la frenada.

Todavía recuerdo el último día como cruzábamos agarrados en plan kamikaze mientras los recién llegados no hacían más que amagos y esperaban más y más tiempo en la acera.

ROME: CHAPTER 1

Roma es una ciudad pequeña, con infraestructuras bastante lamentables y sobre todo con una soberbia tan absurda, que les hace un pueblo desagradable.

Pero el primer vistazo al foro, al Coliseo, o al mercado de Trajano y el Capitolio, son imágenes que uno no olvidará fácilmente (tal vez las fotografías también ayuden a no olvidar).

Lo mejor: ELLA, su compañía, su bondad, su inocencia, su AMOR...

Hasta la vuelta....

Rome

Por fin, cuando todo parecía que no iba a poder ser esta vez, cuando nadie pensaba que la nave pudiera recuperar el rumbo, otro golpe de suerte ha cambiado mi futuro próximo. El sábado estaré en Roma, por fin.

(Qué suerte tiene eso de nacer en domingo)

Anticlerical

Éste si que era un tipo interesante, pese a que yo no crea en nada de lo que promulgan hoy sus "contemporáneos", sus "herederos" en el trono. Pero él si que debió ser alguien digno de conocer, alguien que pudiera mostrar las razones para creer o no creer en él (Pese a que, reitero, no creo en nada, por muy triste que resulte).

Yo creo en el hombre, en el amor, en la amistad, que para mí son lo bastante grandes e importantes como para no desestimarlos.

Existen algunas páginas que he encontrado acerca de la repulsa hacia la Iglesia Católica (en general, salvando las excepciones que siempre existen), de su intromisión en la vida pública de un país teóricamente aconfesional, los privilegios que aún mantienen, etc...

Que las leyes y el progreso, aunque choquen con sus ideas, no implican ni obligan a sus adeptos, pero el resto de las personas podemos avanzar hacia un mundo más justo, por muy duro que sea perder el poder.

(Qué ideas tan mal expresadas, es viernes, tengo el cerebro cansado)

Ofensiva Anticlerical

J u n k i e

Existe un personaje en un semáforo que me tiene amedrantado, no es un rumano que quiera "limpiarte" el parabrisas, es un yonki que se te echa encima del coche y mientras pasa su sucio trapo por el cristal acerca su moribunda mirada más de lo que desearía mientras agarra con los brazos rebosantes de sucias venas uno de los limpiaparabrisas.

A veces me desvío para no verle, otras acelero, otras me salto el semáforo, pero un día me pilló y se quedó colgado en mi coche.

Hay un tanatorio a menos de 100 metros, últimamente ya no está, se habrá escapado de allí?